Empleabilidad
Según Idealberto Chiavenato (Especialista en gestión de talento humano) “En estos tiempos solo sobrevivirán
las empresas ágiles y capaces de anticipar los cambios para inclinar a su
favor el factor sorpresa”. Se puede determinar de esta afirmación que la única
ventaja competitiva y auto sostenible, son los activos humanos, en consecuencia,
solo sobrevivirán las empresas que consideren que el trabajo humano no solo son
brazos y músculos, sino también el desarrollo de la mente y la emoción. Cada
vez más el conocimiento constituye
un punto de apoyo para la supervivencia de los individuos, de las sociedades y
de las empresas.
Por ende en los
últimos años la empleabilidad en las empresas se ha vuelto un factor muy
importante y determinante, ya que a base de estos motores de impulso se
representa la gran base de toda organización, es por ello que a la hora de
contratar al personal se establece ciertos parámetros que rijan el buen seleccionar
del personal adecuado.
El nivel de selección
sigue ciertos pasos muy rigurosos, donde las empresas tienen que aplicar la
subjetividad para encontrar al talento indicado.
Las empresas también
deben de tener en cuenta los tipos de empleados al que se quiere contratar en
la actualidad, ya que estos han ido variando según la agitada y cambiante era
digital. Para lo cual se deben de amoldar y aplicar nuevas estrategias de retención
de talentos.
Según el diario
gestión el plan de las empresas para el 2015 es retener al talento, aunque el
73% de estas considera que no habrá aumentos.
En cuanto a los
empleados la especialización les facilita la empleabilidad, el mercado laboral
actual les permite que cada profesional se establezca objetivos específicos y
asegurarse de tomar el tiempo y los recursos que necesita para avanzar en su
carrera al siguiente nivel. En consecuencia La empleabilidad hace referencia a
las posibilidades que tiene un profesional de encontrar empleo, donde se
mide la formación, la experiencia, las cualidades y actitudes personales.
Es por ello que los
trabajadores siguen las demandas del mercado de trabajo, adaptándose a los
cambios y no se quedan conformes en sus conocimientos y habilidades.
Siguiendo este proceder
la persona dirige su propia carrera, ya que tienen siempre en cuenta que ninguna
empresa se va a “casar con ellos” para toda la vida, así que no ponen su futuro
en las manos de las empresas a las que pertenecen.